Recuerdo perfectamente aquel viaje de autobús con el colegio allá por el año 1987 cuando escuché por primera vez al Pingüino gracias a que mi amigo Carlos trajo una cassette grabada de uno de los discos de su hermana.
Poco tiempo después, fue mi hermano Miguel el que trajo aquel LP a casa y no paró de escucharlo. Como buen hermano pequeño y fiel seguidor de aquellas novedades que le hacían a uno sentirse un poquito mayor, comencé a escuchar esas canciones pegadizas, nasales y graciosas, que escondían otra de mis grandes pasiones: el mundo de la televisión.
Pero recuerdo que el detonante fue la excursión de fin de curso de 6º de EGB cuando conseguí convertir a gran parte de mi clase en afanados seguidores de Un Pingüino en mi ascensor.
Ha llovido mucho, han pasado muchos años, pero todavía existe MUCHA gente que cada vez que escucha alguna de sus canciones se acuerda de mi, porque me he pasado la vida escuchándole, porque probablemente me sé las letras de todas las canciones de sus cinco primeros discos o por aquel play back que me tocó hacer en aquella clase de expresión artistica donde me planté con un sombrero de mi padre, un órgano y unas gafas de sol de espejo.
El caso es que después de sus años de inactividad musical, pude verles en directo cuando retomaron las giras y los conciertos.
A día de hoy, mi tiempo libre está un tanto limitado y comprometido por los quehaceres familiares, pero como se suele decir, RECOMIENDO ENCARECIDAMENTE que si podéis, acudáis hoy 16 de diciembre a la Sala Clamores a ver a José Luis Moro y a Mario Gil para disfrutar de un buen espectáculo que no os dejará injdiferentes.
Dará comienzo a partir de las 22.30h y la entrada son 10€.
Yo prometo que asistiré a alguno de los que surjan en 2012...